sábado, 20 de noviembre de 2010

Argentina festeja el dia de su soberania nacional.

Juan Manuel de Rosas

El general Lucio Norberto Mansilla.
Obras que reproducen la epopeya.




Kotty Menendez.
Un día como hoy, pero de 1845, británicos y franceses violaban la soberanía de la Confederación Argentina, incurriendo en la navegación de sus ríos interiores que en ese momento estaba vedada a las potencias extranjeras, para así beneficiar la producción y el comercio nacional. Este plan diseñado por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, don Juan Manuel de Rosas, tuvo un éxito notable puertas adentro; por primera vez, en el país del mate y la vidalita, los que pertenecían a sectores sociales populares, incluidos entre ellos a los orilleros, los jornaleros, los gauchos y los indios; veían un beneficio que partía de la clase política.
Las potencias dominantes de aquel momento (Gran Bretaña y Francia), vieron la actitud de Rosas como siempre los imperialistas ven a los gobiernos independientes de Latinoamérica que se oponen a sus pretextos; la sintieron “bananera” “populista”. Sintieron que ese gaucho argentino, ni siquiera presidente, solo gobernador de una provincia perteneciente a un país recién nacido, que no tenia constitución ni autoridad central, no sabia lo que hacia, sentían que no sabia con quien se estaba metiendo. Y Rosas, independiente, conservador y empecinado en el orden, no estaba dispuesto a ceder a los caprichos de las potencias, y a la vez que desarrollaba un plan de economía nacional que privilegió claramente a los siempre excluidos, “chusmas” para la oligarquía a quien el plan perjudicó; prestaba apoyo al caudillo federal Oribe para recuperar el gobierno de Uruguay en contra del actual gobernante Rivera, de política opuesta a la de Rosas y deslumbrado por los intelectuales europeos… constitución, contrato social… bla… bla… bla…
Los gobernantes europeos subestimando a Juan Manuel de Rosas y al pueblo argentino, decidieron inobservar la voluntad política de los gobernadores de las provincias argentinas, sobre todo la de Rosas, que no les permitía el libre transito de los ríos interiores a los cuales solo podían acceder navegando desde la provincia de Buenos Aires; y el 20/11/1845 llegaron a Obligado (San pedro pcia de Bs As), y sucedió lo que sucede Per se en una situación así: una guerra.
La flota anglo-francesa estaba integrada por 22 barcos de guerra y 92 buques mercantes; disponían de 420 cañones y 880 soldados mientras que las tropas argentinas, al mando del general Lucio Norberto Mansilla, contaban con seis barcos mercantes (que en este caso serían utilizados para el combate) y 60 cañones de escaso calibre. Además a modo de estrategia para retrasarlos y causarles mas daño, Rosas mandó a cruzar el enorme Paraná por tres cadenas, que sostendrían a 24 lanchones cargados de baterías. La subestimación de los imperialistas era clarísima, pensaron que los argentinos ante tamaña disparad bélica, iban a ceder, desde Rosas al argentino común y desde Mansilla al soldado raso; pero pasó otra cosa. Durante el gobierno de “el farmer” (Apodo dado por el escritor argentino Andres Rivera, a Rosas), no solo Buenos Aires, si no que también las demás provincias integrantes de la Confederación Argentina, lograron profundizar un sentimiento de unidad nacional, erigido por los valores de los militantes federales del momento, que rechazaban con firmeza a los iluminados sistemas europeos; por lo cual el material humano para la lucha y el rechazo hacia los invasores por parte del pueblo estaba garantizado… Desfilaban argentinos sedientos por defender a la patria, a los que no les temblaba un pelo saber de la enorme diferencia bélica que las potencias tenían sobre la confederación.
-Allá los tenéis -decía Mansilla a su tropa en una arenga patriótica al ver a los navíos enemigos acercarse a suelo argento. -considerad el insulto que hacen a la soberanía de nuestra patria, al navegar sin mas titulo que la fuerza, las aguas de un río que recorre por el territorio de nuestro país; pero no lo conseguirán impunemente, tremola en el Paraná el pabellón azul y blanco y debemos morir todos antes de verlo bajar de donde flamea.
Alrededor de 300 argentinos dejaron sus vidas en Obligado, el voraz avance de 22 barcos de guerra y 400 cañones, no pudo ser detenido, pero la muerte de los mas de 300 servidores de la patria, no sería en vano, puesto que las fuerzas argentinas lograron algunas bajas anglo-francesa 40 muertos y 140 heridos además de causar severos daños a la embarcación.
Aquella defensa de la soberanía nacional que hizo Argentina, llamó la atención de todo el mundo y por primera vez se sospecho del “asegurado” éxito que la expedición anglo-francesa prometía. La acción de Rosas, reforzó el rechazo de los pobladores a los invasores, por lo cual, cuando los barcos europeos llegaban a los pueblos ribereños para introducir sus productos, eran echados por los pobladores, a palazos, piedrazas y a los tiros, convirtiéndose las expediciones de Paso del Tonelero, San Lorenzo y Angostura del quebracho en combates. Este ultimo, llevado a cabo el 4 de junio de 1846 (medio año después de Obligado), fue nuevamente dirigido por Mansilla, ya recuperado de su herida en la batalla de obligado. En esta ocasión, las fuerzas argentinas contaban con 17 cañones, 600 infantes y 150 carabineros; esta vez, los invasores no iban a poder salir victoriosos, el ataque argentino fue de una efectividad excelente y ya no había animo para lidiar de pueblo en pueblo contra el desacato de los pobladores y el siempre posible ataque de las fuerzas argentinas. 60 marines anglo-franceses murieron en Angostura del quebracho aquel 4 de junio, seis buques mercantes fueron hundidos y los barcos de guerra seriamente dañados; mientras que del lado argentino solo hubo un muerto. Desmoralizadas por la derrota militar y por el fracaso comercial de la expedición, “los gringos” decidieron que ahí concluía la empresa; y pegaron la vuelta. Los gobiernos británico y francés se vieron obligados a reconocer la soberanía de la Confederación Argentina, y la potestad que los gobernantes argentinos tenian sobre sus recursos. Años mas tarde franceses como británicos debieron desagraviar con 21 cañonazos el pabellón nacional.
En la historia Argentina la batalla de la vuelta de Obligado, debe ser interpretada como la mayor defensa de la soberania nacional que haya realizado el pais y como una acción fundamental en la victoria contra los imperialistas. Vaya a todos sus participantes y a los participantes de los combates posteriores, un gran reconocimiento desde aquí… Que los tiró a los gringos, una y gran siete, navegar tantos mares, venirse al cuete, te digo venirse al cuete.

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